- “Se han convertido en un monstruo burocrático que se les salió de las manos”.
En la tradicional rueda de prensa de los martes, Armando López Campa, candidato del Movimiento Progresista a Diputado Federal señaló que las delegaciones federales son el enlace directo con el Gobierno de la República, son el medio para aterrizar proyectos, programas y recursos en los estados. Sin embargo, dijo, dichas dependencias carecen de una regulación, manejan millonarios recursos a su libre albedrio y son consideradas como botín político de los gobiernos en turno.
López Campa apuntó que actualmente la mayor erogación de presupuesto en las delegaciones federales es en sueldos, prestaciones, servicios personales y viáticos. Dijo que el Presupuesto de Egresos de la Federación 2012 en el anexo 16.1.1 “Límites de Percepción Ordinaria Total en la Administración Pública Federal (Netos mensuales) precisa que la remuneración de cada delegado, asimilados en la administración pública federal como director o coordinador general, tienen como tope máximo 137 mil 008 pesos mensuales. Aunque, según lo establecido en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2012 el máximo monto que reciben aparte por pago de prestaciones –en efectivo y en especie- asciende a 48 mil 962 pesos, esto hace un total de 185 mil 970 pesos. Quiere esto decir, manifestó López Campa, que un delegado federal llega a ganar más que un alcalde y prácticamente lo mismo que un gobernador, con la diferencia de que por entidad federativa hay un promedio de 13 delegaciones.
También informó a la prensa que el presupuesto asignado a las delegaciones federales maneja de manera paralela su presupuesto para desarrollo de proyectos y realización de programas ya establecidos. Por lo que, expuso, hasta el 85% del presupuesto de una delegación federal se eroga exclusivamente en gasto corriente.
Indicó que en la próxima legislatura federal contemplará la realización de un marco jurídico claro, transparente y eficiente para regular el manejo de las delegaciones federales o incluso contemplar la eliminación de algunas de las delegaciones, considerando que generan un gasto administrativo muy alto, que al final de cuentas no se refleja en nada ni beneficia a los ciudadanos, ya que gran parte del presupuesto destinado a cada una de ellas se destina a nomina, pago de rentas, vehículos, gasolina, papelería, principalmente.
Manifestó que es urgente estudiar y contemplar una reforma integral al artículo 17 de la Ley Orgánica de la Administración Pública, estableciendo acciones compensatorias de vinculación y coordinación entre las secretarías federales con los gobiernos de las entidades federativas a través de sus dependencias homólogas, pues muchas duplican funciones y otras simplemente no podrán desaparecer.
Armando López Campa expresó que es necesario reparar y ajustar el presupuesto de la Federación destinado a las entidades, lo cual a su vez repercutiría en el incremento de inversión en infraestructura carretera, educación, empleos, salud, evitando un gasto corriente superfluo, excesivo, despilfarrador e inútil en la administración pública centralizada.
Adelgazar el gasto burocrático es uno de los principales ejes de recuperación de la economía del país y desde la Cámara de diputados impulsarán las reformas necesarias, para que en coordinación con el senado, sean las nuevas directrices para la instauración de una República justa y austera, sentenció el candidato López Campa.
El Gobierno Federal destina recursos multimillonarios al soporte de un monstruo burocrático que se les ha salido de las manos, por ello, dijo, el Presupuesto de delegaciones federales, sin considerar subsidios y programas, como las de Aguascalientes erogan 851.3 millones de pesos en gastos absurdos, o algunas como la de Colima que alcanza los 3 mil 834.2 millones de pesos
El también Secretario General nacional del Movimiento Ciudadano afirmó que en total el Gobierno Federal gasta 54 mil 994.5 millones de pesos en mantener sus delegaciones a lo largo del país, recursos que tiene un impacto nulo en el progreso y desarrollo de la ciudadanía, pese a salir de sus propios impuestos.
Apuntó que la economía mexicana ya no puede sostener más esta gigantesca carga. Dijo además que el derroche es evidente y la federación necesitará aliados en el poder legislativo para impulsar las reformas que transformarán la forma de llevar la administración pública.
Finalmente Armando López Campa refrendó su compromiso de trabajar para que el manejo de los recursos públicos deje de ser el lastre de la política en el país, para convertirse en la proveedora y reforzadora de una economía pujante, creciente y dinámica. Son soluciones ciudadanas, no compromisos utópicos, puntualizó.
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