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Ante la inminente derrota de Peña Nieto y su evidente caída en las preferencias electorales, el PRI ha alertado a sus gobernadores para inyectar el último respiro de recursos y artimañas a la campaña, a fin de cooptar la mayor cantidad de credenciales de electora para tratar de frenar un voto masivo de castigo, así lo declaró ante la prensa Armando López Campa, candidato a la segunda circunscripción por el Movimiento Progresista.
Señaló que el PRI busca desesperadamente unificar criterios de sus gobernadores para poder manejar sus estructuras en el mismo sentido, pues a estas alturas siguen las acusaciones internas de traición y sospechas de fuego amigo luego de que gobernadores a fines al proyecto de Manlio Favio Beltrones han sido señalados de operar en contra del candidato mexiquense priista.
Mencionó que el Instituto Federal Electoral, la Auditoria Superior de la Federación y los congresos locales deben estar atentos al manejo de los recursos públicos, ya que ante la desmoralización priista se prevé una serie de desvíos enfocados a rescatar la campaña de Peña Nieto.
López Campa recordó que hace unos días tuvo lugar en la ciudad de Toluca, la reunión de 16, de los 20 gobernadores del PRI, con el candidato presidencial Enrique Peña Nieto. Dijo que el mismo abanderado tricolor ha externado desesperación en sus últimos discursos en las diversas plazas del país, Peña ha lanzado el llamamiento de dar el último tirón, pues siente que lo han dejado solo y que no todos tiran para el mismo lado.
Manifestó que la máquina peñista sabe que sería prácticamente imposible rescatar su proyecto sin el respaldo de los jefes políticos estatales. El miedo radica en la penosa experiencia en el 2006, cuando la mayoría de mandatarios estatales tricolores, por no simpatizar con la causa de Madrazo, le dieron la espalda y apoyaron al panista Felipe Calderón.
Sin embargo, explicó López Campa, es demasiado tarde para hacer operaciones cicatriz y pese al dispendio de recursos públicos las conciencias ciudadanas tiene definido el rumbo que tomara el 1ero de julio. El llamado es a unificar la movilización ciudadana para proteger el voto pues ahora la guerra sucia va contra los ciudadanos que se nieguen a vender su conciencia.
Finalmente declaró que como reacción de dicha desesperación el gobierno estatal ha emprendido una persecución en contra de concesionarios y choferes de transporte público, amedrentándolos bajo amenaza de sanciones para que retiren la propaganda partidista que no sea a fin a Peña Nieto, con lo que vulnera la libertad de los taxistas de ejercer su libre simpatía por algún contendiente.
Anunció que el Movimiento Progresista buscará ante la FEPADE frenar esta serie de atropellos, pues debe ser una competencia equitativa y no basada en el miedo que infunde el PRI desde el palacio mayor.
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